Paseando por esta calle se me viene a la memoria lo que
dicen de ella, que fue una de las principales testigos de tan terribles hechos:
4000 almas o más apagadas en una sola noche, el 90% de la Judería de Sevilla,
la más grande y floreciente de la época, hecha desaparecer...
¿Causantes?
Algunas otras almas del pueblo llano, que no conocían la luz, vencidas por la oscuridad, y
envenenadas por un representante de la Iglesia, que más parecía representante
del demonio, Ferrán Martínez, Arcediano de Écija y Canónigo de la Catedral de
Sevilla.
Durante nada menos que 15 años estuvo este individuo
acosando, injuriando y vilipendiando a los judíos, hasta que la noche del 6 de
Junio de 1391, después de una encendida y cruel arenga, habiendo muerto tanto
el Rey como el Arzobispo, incendió el ánimo de una parte del pueblo que acabó asaltando la Judería, atacando con sus
habitantes, y destruyendo y saqueando cuanto encontraron a su paso.
¿Culpables?
No fue el Rey ni el Arzobispo, los cuales, trataron de
detener y parar a este vil personaje. Además del Arcediano, hubo otros factores
que soliviantaron los ánimos del pueblo: la peste que estaba diezmando la
población, el hambre, la codicia, la envidia, la superstición, la ignorancia,
la sed de venganza, la intolerancia y el vacío de poder...
Aprendamos de este triste capítulo de la historia de
Sevilla, y rindamos homenaje a tantas almas inocentes que perecieron cruelmente
en esa noche, reconociendo todo lo bueno, que hubo y mucho, de herencia y
legado de nuestros judíos en esta querida Sevilla... paseando por la calle
Verde, y por la Judería, hoy, disfrutando de su Vida, su Belleza, su Paz , su
Historia y su Quietud...
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