lunes, 11 de abril de 2016

La calle Judería



Pepa Rull

Sevilla, Isbilia, en Sefarad. Su judería y  la calle de su mismo nombre, “calle Judería”, esencia de los diferentes pueblos y culturas que habitaron esta ancestral ciudad.

Calle majestuosa, desde el patio de banderas del Alcázar, pasamos por un blanco y evocador pasadizo, construido  para seguridad y salvaguarda del paso de las personas importantes, al pasear por ella, sentimos el silencio de lo velado, lo oculto, como la propia historia judía de la ciudad. 

En seguida nos encontramos  con unas antiquísimas bóvedas de piedra, de escasa altura, en forma de “S”, imperfectas y antiguas, sirvieron para la defensa del Alcázar al ser el interior de una  torre-postigo del mismo, que tras un instante de penumbra podremos apreciar en el exterior. Imagen  de una plasticidad que es difícil no ver plasmada en obras de cuanto pintor haya pasado por Sevilla.

Continuamos andando, quedando ensimismados por  la magia, la luz , el color, la fragancia de las flores que cuelgan de los balcones y los jazmines junto a la majestuosa fuente, adyacente a los muros del Alcázar de la que el  agua borbotea, dejando su frescor…

Frente a  la fuente, un poema de  Cernuda,  nos veremos casi sin querer leyendo una  poesía dentro de otra poesía, en este rincón de embrujo que los judíos de Sevilla antes de tener que marchar, transitaron y habitaron…

Entre las calles Vida, Muerte, Agua y los vestigios de murallas y fortalezas, nos veremos atrapados en un mundo bellamente irreal, dónde junto a la música del agua de la fuente y el olor de los jazmines, seremos capaces de escuchar el eco de aquellas gentes, los judíos, que dejaron su impronta en esta maravillosa ciudad, en la calle “Judería”.


*El artículo aparecerá en la web http://www.loveofspain.com/

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