José Carlos López, socio de Be Sepharad y estudiante de Doctorado en el Área de Historia Medieval de la Universidad de Alicante.
En la distancia, entre las estanterías de la biblioteca o en mi mesa y ante el ordenador o el teléfono, trabajo desde hace un año en el proyecto cultural Be Sepharad. Disfrutando del mismo en pequeñas píldoras durante mis estancias en Sevilla y sintiéndolo cada semana a través del trabajo en común con mis compañeros.
¿Pero qué es Be Sepharad? Es una iniciativa que trata de poner en valor y divulgar la historia y el patrimonio judeoespañol y el legado sefardí en Andalucía, desde diversos frentes: educación, investigación, ocio y turismo. Dura y gran tarea la emprendida sin apenas recursos y en los tiempos que corren, pero que ha dado buenos frutos en apenas un año y ha unido a personas de distintas partes del mundo con inquietudes en común. La conferencia en la Fundación Tres Culturas sobre el esplendor cultural de los judíos de Al-Andalus y su estrecha relación con los sabios, poetas y gobernantes musulmanes; talleres de poesía judía y conciertos de música sefardí en el Museo Sefardí de Sevilla; actividades culturales en las Tardes Sefardíes de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla; actividades con estudiantes y profesores estadounidenses de la Texas Tech University en su sede hispalense; clases para mayores de 55 años en el Aula de la Experiencia de Utrera... Y lo mejor está por llegar, no lo duden.
Durante el mes de julio estaré en Sevilla, ciudad de las Tres Culturas, y podré disfrutar in situ del trabajo bien hecho en una actividad de ocio y turismo cultural denominada "Velada Sefardí", y que tiene lugar en la terraza del Hotel Murillo, situado en plena judería de Sevilla. Paseando por las pintorescas calles del Barrio de Santa Cruz, explicando la historia y la vida de los judíos sevillanos en la Baja Edad Media, y embelesado por el magnetismo del alminar de la mezquita almohade, mientras el laúd árabe o el violín nos traen desde lejanos rincones del Mediterráneo los anhelos de los sefardíes en la diáspora.
Silves, cuna de recuerdos de juventud y fuente de inspiración para el rey-poeta Al-Mutamid. Sevilla, la Silves de mi niñez, motivación e inspiración para acercar y hacer atractiva la historia y la cultura a una sociedad sedienta por descubrir de dónde viene. Presente de alegría que resucita en Sevilla a todos aquellos que murieron sin poder volver, desde el rey-poeta a los expulsos de Sefarad.
¿Os he dicho alguna vez que tenéis que conocer Sevilla?